Colegios
Formamos a los jóvenes, preparando hombre y mujeres que vivan con plenitud su fe, que sean capaces de dar a sus hijos lo que ellos recibieron de sus padres , que sean, sobre todo, capaces de amar y no de odiar, de construir y no de derribar, y que sean capaces de hacerse respetar, ante todo, por su conducta, por sus principios, por su valor; mucho más por lo que lleguen a ser, que por lo que lleguen a tener.